Fotografiar significa escribir con la luz.
El proceso de la clorotipia es un proceso fotográfico biológico alternativo.
Expongo las hojas a la luz solar directa utilizando un positivo durante días, incluso semanas. Esta enorme cantidad de luz hace que la hoja cambie sus pigmentos de verde a amarillo.
Estas obras fotográficas se han creado forzando este cambio de pigmento, todo ello sin productos químicos ni tintas, y luego para fijar la imagen es necesario tratarlas.
Las imágenes resultantes son asombrosamente delicadas y bellas, desde siluetas inquietantes hasta una definición nítida. A pesar de la sencillez del producto acabado, el proceso en sí puede ser difícil, con mucho ensayo y error.
Con este proyecto, creo una serie de retratos y otras collecciones jugando con diferentes formas de hojas y con la composición de las imágenes.
Trabajo en curso